¿Crees en una vasta conspiración? ¿Tanto que cuando lo mencionas, otras personas te miran raro y cuestionan tu salud mental? Bueno, no estás solo. Pero ahora, si te sientes incomprendido, puedes recurrir a un chatbot llamado DebunkBot para ver por qué todos te están mirando así.
¿Qué es DebunkBot y cómo funciona?
DebunkBot es un bot impulsado por inteligencia artificial que tiene una misión digna de caballero andante: desmentir teorías conspirativas con hechos fríos y duros. Y lo hace de manera respetuosa, sin aspavientos ni condescendencias. Suena sencillo, ¿verdad? Pues no lo es tanto, porque lidiar con alguien que defiende que el alunizaje fue un montaje de Hollywood, o que el COVID es un plan maestro de los reptilianos, no es cosa de dar un par de argumentos y esperar que abran los ojos. Pero lo interesante es que, según un estudio publicado en Science, el maldito bot está logrando lo que muchos llevamos tiempo intentando: hacer que la gente piense. Aunque, y esto es clave, de momento la aplicación solo está disponible en inglés, lo que deja fuera a los que conspiranoiquean en otros idiomas.
Aquí puedes ver un video muy didáctico en español, creado por RTVE: ver aquí
Un enfoque personalizado para desmantelar creencias
Basado en la tecnología de ChatGPT, DebunkBot fue puesto a prueba con 2,100 participantes que sostenían creencias sobre teorías conspirativas de todos los colores: desde la llegada del hombre a la Luna hasta el asesinato de Kennedy, pasando por las siempre populares conspiraciones del 11-S y el COVID-19. Les dieron tres rondas de conversación con el bot, donde podían exponer su teoría favorita. Y luego, el bot generaba un contraargumento ajustado al detalle, como un sastre cosiendo a medida. Es decir, no te va soltando los mismos tres argumentos trillados a todos; el bot se adapta, te escucha, y ataca justo donde sabe que te va a doler más, pero sin gritarte ni hacerte sentir un idiota.
Resultados sorprendentes: Cambiar de opinión es posible
El resultado fue que, en promedio, los participantes redujeron su confianza en la teoría conspirativa en un 20%. No suena tan espectacular, pero aquí viene lo interesante: una cuarta parte de los sujetos dejó de creer completamente en la conspiración tras hablar con el bot. Y para rematar, este cambio de pensamiento persistió más de dos meses después. Esto es importante, porque estamos hablando de hacer cambiar de opinión a alguien que, por lo general, se aferra a sus creencias con uñas y dientes. Y cuando alguien te planta frente a un espejo y te hace ver que todo lo que creías era una patraña, lo normal es que te cabrees, no que agradezcas. Pero algunas personas llegaron incluso a darle las gracias al bot por “hacerles ver la verdad.” Vaya, eso ya es como para que te dé un infarto de sorpresa.
Aquí es donde la cosa se pone interesante: resulta que durante años asumimos que a los teóricos de la conspiración no se les puede convencer de nada. Todos hemos visto cómo, cuanto más insistes, más se encierran en su trinchera mental. Y ahí es donde DebunkBot marca la diferencia: no está intentando convencer a las masas con una pancarta, sino a cada uno de manera individual. Se mete en sus cabezas con calma, les da argumentos adaptados a sus pequeñas obsesiones y les muestra que el mundo no es tan oscuro y tenebroso como creían.
El desafío de llegar a los teóricos de la conspiración
Claro, el desafío ahora es cómo hacer que la gente que vive atrapada en esas teorías se anime a hablar con el bot. Los creadores de DebunkBot tienen la idea de llevarlo a foros donde las conspiraciones prosperan, o incluso poner anuncios en los resultados de búsqueda cuando alguien busca “pruebas” de que la Tierra es plana o de que el 11-S fue un trabajo interno. El problema es que, para muchos de estos tipos, cualquier cosa que desafíe su visión del mundo ya es parte de la conspiración, y probablemente piensen que DebunkBot es un peón más en este juego de sombras. Así que, aunque el bot pueda tener éxito con algunos, no me extrañaría que en otros casos, el intento termine por hacerles creer que hasta las máquinas están en su contra.
¿El fin de las teorías conspirativas o solo una batalla más?
Pero la lección aquí es interesante. Quizá, durante años, estuvimos yendo por el camino equivocado. Gritarles a los que creen en conspiraciones no funciona. Tirarles datos fríos tampoco. Pero si te sientas, hablas con ellos de manera tranquila y adaptas tus argumentos a lo que realmente creen, a lo mejor consigues algo. No es que de repente todos los terraplanistas vayan a quemar sus pancartas, pero si logramos que unos pocos dejen de repartir sus teorías como si fueran volantes de un circo, ya es una victoria.
