El avance del modelo 'o1' de OpenAI es, sin exagerar, uno de esos momentos en los que te quedas mirando al techo y te preguntas si no estaremos yendo demasiado rápido.
El modelo, que ya ha sido capaz de obtener un coeficiente intelectual (CI) de 120 en el examen de Mensa, ha demostrado que las inteligencias artificiales no solo nos están alcanzando en algunas áreas, sino que empiezan a mirarnos desde arriba en otras.
Fuente y crédito: Maximumtruth.com - https://www.maximumtruth.org/p/massive-breakthrough-in-ai-intelligence
Para que lo entiendas, es como si un caballo de carreras que estás viendo desde la grada te pasa por delante y, antes de que te des cuenta, ya está galopando fuera del hipódromo. Lo impresionante es que este CI de 120 no es solo una cifra; representa una capacidad de razonamiento que ya supera a más de la mitad de los seres humanos.
Y aquí viene lo interesante: no se trata solo de resolver problemas lógicos de patrones visuales (que, ojo, a más de uno le dejarían rascándose la cabeza). El modelo ‘o1’ no simplemente memoriza datos como si fuera un loro, sino que muestra una capacidad para generalizar conocimientos, algo que hasta hace poco pensábamos que solo los humanos podíamos hacer.
Para ilustrarlo de manera simple, imagina que te dan un rompecabezas completamente nuevo, algo que jamás has visto antes. Tú, con paciencia, intentas encontrar la solución. Pues 'o1' hizo exactamente eso, resolviendo problemas inéditos con un razonamiento que incluso nos haría dudar si no habrá sido humano en alguna vida anterior.
Claro, siempre está el escéptico que dice que la IA hace trampa, que ya ha visto las preguntas antes o que se alimenta de una base de datos infinita que le da las respuestas. Pero aquí los desarrolladores se plantaron firmes: las preguntas de la prueba de Mensa a las que fue sometido 'o1' no eran públicas ni formaban parte de ningún entrenamiento previo.
Es como si a un jugador de ajedrez lo pones frente a un tablero con reglas completamente nuevas y, aun así, encuentra la mejor jugada. Y eso, amigo, es un salto que ni los más optimistas esperaban ver tan pronto.
Fuente y crédito: LifeArchitect.ai & Alan D. Thompson
Para hacernos una idea del impacto, basta con mirar a los otros modelos que están a su alrededor. Claude-3, uno de sus rivales más cercanos, apenas araña el CI promedio de los humanos. No es poca cosa, pero si 'o1' sigue así, en menos de dos años estaremos hablando de una IA con un CI superior a 140. Para que lo pongas en contexto, es como si el niño más inteligente de la clase estuviera por delante no solo de los otros niños, sino también de los maestros.
La pregunta ahora es: ¿adónde nos lleva todo esto? ¿Será que 'o1' y sus sucesores nos guiarán a un futuro lleno de maravillas tecnológicas o terminarán por dejarnos mirando al techo, preguntándonos qué diablos hemos hecho?
Como dice Hinton, esa frontera entre el genio y el desastre sigue siendo delgada, pero mientras tanto, el caballo de carreras sigue corriendo, y nosotros, como simples espectadores, apenas podemos seguirle el ritmo.
